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El Poli comprometido con la calidad del aire

El Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid participó este miércoles, 18 de abril de 2018, en la firma del acuerdo de entendimiento entre las universidades e instituciones que integran REDAIRE, el cual tiene como objetivo impulsar la generación de conocimiento para la toma de decisiones en materia de la calidad del aire para el Valle de Aburrá.

En representación del Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, estuvieron presentes en la firma: el Secretario General de la Institución, Luis Gonzaga Martínez Sierra, y la Docente Investigadora, Miryam Gómez Marín, quien expresó:

“Como primero es importante hacer un poco de historia. No hay duda de que los académicos antioqueños, en la medida en que los problemas y conflictos ambientales de las últimas décadas reclamaban creciente atención, han contribuido sin falta a explorar, sugerir y construir soluciones técnicas adecuadas. Un ejemplo de esto es el convenio REDAIRE, que tuvo su origen el 17 de julio de 1992, cuando la Dirección Seccional de Salud de Antioquia invitó a la Universidad de Antioquia, la Universidad Pontificia Bolivariana y el Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, junto con el Instituto Metropolitano de Salud de Medellín (METROSALUD), para conformar un grupo interdisciplinario en pro de la vigilancia de la calidad del aire de la región. Posteriormente se unieron a esta iniciativa la Universidad Nacional de Colombia – Facultad de Minas y la Universidad de Medellín; además de las autoridades ambientales: Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Cornare y Corantioquia. Actualmente hacen parte del convenio otras entidades. A lo largo de estos 25 años REDAIRE ha desarrollado numerosos trabajos e investigaciones en apoyo a la gestión ambiental regional y la toma de decisiones. Entre ellos resaltamos los siguientes:

Formulación del primer Programa de Protección y Control de la calidad del aire para el Valle de Aburrá, en 1998. A partir de ese primer Programa se direccionó la gestión del recurso aire y se implementó la red de monitoreo continuo de la calidad del aire, la cual fue operada desde el 2001 hasta el 2016 por la Universidad Nacional de Colombia. En este contexto también se realizaron, entre los años 2006 y 2016, tres campañas de medición de contaminantes no convencionales, incluidos Bencenos, Toluenos y Xilenos.

Desde el 2007 hasta el presente, el Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid analizó la composición de las partículas PM10 y PM2,5, evaluó la influencia de la calidad de los combustibles en la composición del material particulado respirable y determinó los perfiles de fuentes de emisión tipo combustibles, emisiones de calderas, de carbón, canteras, construcción, resuspensión en vías, entre otros. Estos datos han servido para verificar el cumplimiento de los estándares fijados por la norma.

La Universidad Pontificia Bolivariana desarrolló un sistema de modelización atmosférica que incluye el inventario de emisiones atmosféricas - con actualizaciones para los años 2005, 2009, 2011 y 2015-, un modelo de pronóstico meteorológico y un modelo de dispersión de contaminantes fotoquímicos. Este sistema ha dado soporte a la toma de decisiones para mitigar los impactos nocivos de la contaminación del aire.

La Universidad de Medellín, el Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid y la Universidad Pontificia Bolivariana, han actuado en programas de autogestión mediante convenios de Producción Más limpia con los sectores productivos y de educación ambiental como elemento fundamental para la participación ciudadana. Específicamente en el tema de educación ambiental, durante los últimos cuatro años se ejecutaron campañas comunicativas y educativas dirigidas a más de 100 empresas del sector transporte y a un público objetivo de unas 100.000 personas.

La Universidad de Antioquia ha trabajado en la estimación de las emisiones de motores de combustión interna, permitiendo conocer el tipo de gases y partículas que se emiten con diferentes combustibles y equipos de conducción. Actualmente se evalúan los factores de emisión para fuentes móviles.

En materia de salud, las universidades han realizado estudios que permiten entender mejor el impacto de la contaminación atmosférica en diferentes grupos de población, con desagregación espacial y temporal. Esto incluye estudios de mutagénesis y toxicidad del material particulado fino presente en el aire urbano.

Se diseñó la red de ruido y el Programa de Gestión del Ruido Urbano. Desde sus orígenes, REDAIRE ha brindado asesoría técnica para el avance en el monitoreo de contaminantes, principalmente de PM2.5. Su participación fue fundamental en la declaratoria de Valle de Aburrá como cuenca atmosférica contaminada.

En 2007, REDAIRE participa en la formulación del Acta de Compromiso para el Pacto de Mejoramiento de la Calidad del aire para el Valle de Aburrá, ratificado en un evento público del 10 de octubre de ese año con la firma de sectores públicos y privados que entendieron que el problema de contaminación del aire de la región superaba la capacidad individual de cada uno de los actores, por lo cual se comprometieron con acciones para su mejoramiento. Más adelante REDAIRE participa del movimiento ciudadano “Respira Profundo” con el fin de educar y concientizar a la población urbana acerca de la problemática ambiental del aire.

La gestión de REDAIRE permitió la firma de Acuerdos de Competitividad y Eficacia Ambiental con los sectores de transporte de carga y motocicletas, convirtiéndose éstos en un instrumento de gestión del Plan de Descontaminación del Aire del Valle de Aburrá. Gracias a este trabajo se concretan acciones de mejoramiento de la gestión pública y empresarial, orientadas a la prevención, control y reducción de emisiones vehiculares contaminantes.

En el 2013, con gran apoyo de REDAIRE, se da origen a la formulación de un Protocolo para enfrentar Episodios Críticos de Contaminación Atmosférica en el Valle de Aburrá, denominado POECA. Este trabajo propone, entre otras cosas: incluir el PM2,5 como contaminante nocivo para la salud en las categorías de alerta planteadas por la Resolución 610 de 2010, considerar la calidad del aire como parte del Programa de Gestión del Riesgo y actualizar los rangos del Índice de Calidad del Aire (ICA) según los niveles de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos en su versión 2012, los cuales son más cercanos a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

REDAIRE ha colaborado intensamente con el Clean Air Institute para la formulación del Plan de Descontaminación del aire del Valle de Aburrá, el cual propone medidas de gestión a corto, mediano y largo plazo.

En fin, ahora REDAIRE es reconocido en varios países de Latinoamérica y otras regiones del mundo por un rasgo poco común: gracias a este convenio la región ha contado con un mecanismo capaz de articular la academia con las entidades de gobierno para enfrentar los problemas de contaminación del aire del Valle de Aburrá, los cuales no sólo son reales, sino que, en razón de las complejas condiciones topográficas y geográficas de la región, plantean serios desafíos técnicos y de gestión. Esa actividad académica se ha extendido a las aulas, donde centenares de jóvenes (por no decir miles) aprenden los conceptos básicos de la calidad del aire, se adentran en las soluciones más viables desde un punto de vista ético y profesional, y analizan con sentido crítico la problemática local.

El Poli comprometido con la calidad del aire

Queremos resaltar tres razones por las cuales la actividad de las universidades merece ser apoyada, promovida, atendida y respetada con esta nueva firma del Manifiesto REDAIRE:

En primer lugar, los recursos públicos ejecutados por las universidades en buena medida contribuyen a la formación de jóvenes ingenieros e investigadores en temas como los relacionados con la calidad del aire.

En segundo, por su naturaleza predominantemente académica, plural, neutral e independiente, las universidades han demostrado ser un aliado confiable de la sociedad para la realización de proyectos de interés regional, sin sombras de parcialidad o amiguismo institucional.

Finalmente, la academia ha demostrado ser el mejor garante de que los problemas de calidad del aire -por lo menos desde lo técnico- puedan ser debidamente tratados.

Actualmente el Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, ejerce la Secretaría Técnica de la REDAIRE, siendo reconocida en varios países de Latinoamérica por su vinculación a redes internacionales.

El Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid ha participado en más de 20 proyectos en la historia de REDAIRE que se han extendido a las aulas, donde centenares de jóvenes (por no decir miles) aprenden los conceptos básicos de la calidad del aire, se adentran en las soluciones más viables desde un punto de vista ético y profesional, y analizan con sentido crítico la problemática local”.