Medellín, 4 de noviembre de 2021
Doctor
ANÍBAL GAVIRIA CORREA
Gobernador de Antioquia
Ciudad
Respetado Señor Gobernador.
El próximo 8 de diciembre concluye mi periodo como Rector del Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, una Institución que llevo en el corazón y por la cual he trabajado sin descanso durante los últimos 4 años de mi vida. Termino mi labor con inmensa satisfacción por el deber cumplido. Nada más importante para presentar con orgullo, que una gestión que deja grandes resultados para el presente y futuro de este centro de educación superior público de vocación tecnológica.
Pero también me voy con la inmensa preocupación de dejar al “POLI” a merced de unas fuerzas anarquistas, desobligantes y arbitrarias, que instigadas infortunademente por algunos representantes de la institucionalidad, quieren incendiarla para ambientar una inmensa hostilidad en torno del Rector electo, doctor Jairo Alexánder Osorio Saraz, elegido mayoritariamente por el Honorable Consejo Directivo, en el día de ayer.
No habían pasado unos cuantos minutos de esa elección, cuando ya las redes sociales estaban inundadas de mensajes convocando a un plantón, amenzando con un paro, creando dudas frente a la honorabilidad del doctor Osorio, generando inestabilidad con falsas acusaciones sobre inhabilidades, y prácticamente linchando moralmente al representante de los estudiantes en la máxima corporación de la Institución, por haber ejercido su derecho a opinar y votar en favor de uno u otro candidato a la rectoría.
Quienes han hecho de la anarquía su modo de vida, se empeñan en obstaculizar a como de lugar la buena marcha del Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid. No sienten más que desprecio por esta Institución, a la que pretenden instrumentalizar con todas sus aberraciones ideológicas, poniendo siempre a la vanguardia sus intereses personales. El sociólogo francés, Gustave Le Bon, decía que: “La anarquía está en todas partes cuando la responsabilidad no está en ninguna.”
Señor Gobernador, le hago un llamado, si se quiere angustioso, para que usted como líder del departamento, al cual pertenece esta Institución y como presidente de su Consejo Directivo, asuma una cruzada para que unidos, como dice su lema de gobierno, se trabaje armónicamente en pro de un futuro lleno de retos, pero con las herramientas necesarias para afrontarlos.
Mucho daño le hacen al “POLI” los que no aceptando la decisión de las mayorías en un proceso democrático y garantista, como el de la elección de Rector, pretenden instigar al desorden a los que siempre han estado a disposición de las vías de hecho, para manipular los verdaderos deseos de cerca de 14 mil estudiantes, más de mil 900 docentes entre internos y de cátedra y 311 empleados. Esa pírrica representación que dicen ostentar, se convierte en un abuso constante frente a la inmensa mayoría de la comunidad académica.
Llega a mi memoria un aparte de la Oración por la paz, escrita en uno de los momentos más álgidos de la vida de nuestro país, por el gran caudillo liberal, Jorge Eliécer Gaitán Ayala: “…Serenamente, tranquilamente, con la emoción que atraviesa el espíritu de los ciudadanos que llenan esta plaza, os pedimos que ejerzáis vuestro mandato, el mismo que os ha dado el pueblo, para devolver al país la tranquilidad pública. ¡Todo depende ahora de vos! Quienes anegan en sangre el territorio de la patria, cesarían en su ciega perfidia. Esos espíritus de mala intención callarían al simple imperio de vuestra voluntad.”
A ninguna persona sensata y menos a las que han vivido toda la vida de la educación superior pública, le cabe en la cabeza que si el que ha de regir esta Institución, no es de sus afectos, entonces hay que recibirlo con piedras e insultos. La seducción por el poder no puede revasar los límites del decoro y de la responsabilidad social que a todos nos compete. No podemos seguir tolerando que un grupúsculo de contestarios irracionales, se sigan poniendo de ruana a una sociedad. Nada ni nadie les sirve, Para ellos todo directivo es un incompetente, todo gobernante un corrupto, cualquier autoridad es ilegítima. Descalificar, calumniar y amenzar, es su modus operandi.
Señor Gobernador, en sus manos está que el “POLI” siga impartiendo educación de calidad para vivir mejor. Esta Institución habita en el alma de los antioqueños.
Con un cordial saludo,
