Columna de Opinión - Lo frágiles que somos

Por Juan José Arango Cardona

Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid

Comunicación Audiovisual, 3° semestre

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El antropocentrismo es una concepción filosófica que coloca al humano como el centro de todo y fin absoluto de la creación, pensamientos como ese han hecho que el hombre se haya autoproclamado gobernador del mundo, creyéndose dueño del mar, la tierra, los animales e incluso, los cuerpos celestes.

Hemos construido casas y formado grandes ciudades borrando el verde del mundo, proclamamos la tierra como nuestra, hasta el punto de asesinarnos unos a otros para tener el control sobre ella. Pero ¿en verdad somos dueños del mundo? ¿Lo merecemos? ¿Él nos merece? ¿Acaso somos tan invencibles como pensamos?

Los árboles oxigenan el mundo, las selvas y bosques son sus pulmones, lastimosamente muchos hombres en su afán desmedido por acumular capital y generar riquezas, los talan o queman intencionalmente para poner a pastar su ganado o explotar la tierra arrebatando su fertilidad en busca de minerales y petróleo. Somos un patógeno que se ha esparcido por el mundo sin control, un superdepredador, que incluso, teniendo conciencia de sus atrocidades continúa atentando contra su hogar. La temperatura aumenta como resultado de la concentración de gases en la atmósfera, principalmente por el dióxido de carbono producido por los combustibles fósiles, dándose así el efecto invernadero. Irónicamente el coronavirus aparece como una metáfora de nuestro proceder con nuestra casa, la tierra, pues es un virus que se multiplica en nuestro interior atacando nuestros pulmones cual selvas y bosques, y generando altas fiebres, cual efecto invernadero.

Alimentamos nuestro ego como si fuera una necesidad, compitiendo en una carrera hacia una meta inalcanzable. Creíamos que éramos imparables, que la economía nunca se detendría, pero ahora la realidad nos muestra lo contrario, que todo pende de un hilo, que incluso algo que no vemos puede poner en riesgo toda la organización social y económica establecida. El covid-19 es llamado nuestro enemigo invisible, pues amenaza nuestra existencia con cada beso que damos o cada vez que abrazamos. Según Dalai Lama nuestro enemigo es nuestro mejor maestro, y este enemigo, aunque no lo podamos ver ni escuchar, nos enseña cómo fácilmente se puede detener lo imparable, cómo en cuestión de algunos meses se desmorona lo construido en años, nos enseña lo necesaria que es la coexistencia no solo entre nosotros, sino también con el mundo y demás seres vivos, pero sobre todo, nos abre los ojos y nos muestra lo frágiles que somos.

*Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión joven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni las universidades e instituciones vinculadas con el proyecto.