Columna de Opinión - El hambre, no el hombre

Por Mariana Pedroza Correa

Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid

Comunicación Audiovisual, semestre 3

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Los españoles en América, a diferencia de lo que nuestro ambicioso pensamiento nos limita a imaginar, no conquistaron el oro, la plata y las maderas finas, su real conquista fueron los alimentos que encontraron en nuestro continente: la papa, el tomate, el maíz, el fríjol, el cacao, entre otros que hoy hacen parte de la cocina tradicional.

Claro está que también nos beneficiamos de lo que nacía en su tierra, y en la nuestra no: el trigo, la caña de azúcar, el café, la vaca, el cerdo, entre otros. Este trueque histórico dio vuelta a todo lo que se tenía establecido, cambió las sociedades y las culturas. Fue el trueque más importante que vivió América, puesto que en las tierras precolombinas el trueque fue el primer mecanismo de comercio que existió, dando paso a los inicios de la economía local y la interconexión cultural.

Y de vuelta al hoy, cuando la sociedad y la economía buscan evolucionar para poder sobrevivir en medio de esta pandemia, quizá la solución esté escrita en esa parte de nuestra historia, pero preferimos ignorarla porque ese papel con números -balance- en el que basamos nuestra vida no está en el intercambio, aunque es evidente que sin él el mundo como lo conocemos no existiría; pero hablando de nuestro país, donde la mayoría de la población, que a la final el dinero lo utilizamos para calmar el hambre, la idea no es del todo descabellada.

Abriaquí - Antioquia, un pueblo tan pequeño que lo más probable es que poco o nada hayan escuchado de él, seguramente ni su nombre, no es de los pueblos ricos de Antioquia, es conservador, pequeño y muy pueblerino, que años atrás al igual que todo Colombia retomó el trueque entre campesinos como alternativa de supervivencia en medio de la Gran Depresión de los años 30.

Hoy nos muestra que no se trata de tener mucho, sino de repartir entre todos. Sus habitantes están buscando en Medellín a la colonia entera de abriaquiceños que necesiten alimento, pero esta vez, a cambio de nada. Actos tan desinteresados y humanizantes como sociedad, demuestran que el vivir no es un lío de tierras, dinero, fama y fortuna; al mundo lo que lo mantiene en su orden y desorden, es el hambre.

*Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión joven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni las universidades e instituciones vinculadas con el proyecto.