En este programa tenemos el placer de recibir a María Eucaris Marulanda Carmona, una madre de tres hijas y orgullosa abuela de un niño. Una de sus hijas es estudiante de nuestra institución. María Eucaris compartirá con nosotros su experiencia como emprendedora y cómo convirtió esta aventura en un proyecto familiar.

El viaje del emprendimiento comenzó aproximadamente hace dos décadas, cuando sus hijas aún estaban en la escuela. Una de ellas expresó su deseo de vender pulseras en su colegio. María Eucaris la apoyó y juntas empezaron a adquirir hilos y a crear nudos. En aquel entonces, la creatividad era la clave, ya que internet no estaba tan accesible como hoy en día. La niña llevó las pulseras al colegio y fueron un éxito, marcando el inicio de su emprendimiento.

La hija mayor de María Eucaris decidió vender chocolates, una decisión motivada por su embarazo y la necesidad de generar ingresos. Los comienzos fueron desafiantes, ya que la familia tenía limitados recursos económicos. El esposo de María Eucaris era el único sostén del hogar, y tenían una hipoteca que pagar. Sin embargo, nunca se rindieron. Compraban suministros para la fabricación de bisutería, como cadenas para gafas y llaveros. Inicialmente, establecían los precios de los productos de manera intuitiva. Con el dinero obtenido de los pequeños cursos que María Eucaris tomaba en Comfama, reinvertían en la compra de materiales. Lo que quedaba después de cubrir los gastos de la casa provenía de las ganancias de sus hijas, quienes vendían los productos en la universidad y ahorraban sus ingresos. También, en temporadas especiales, confeccionaban productos como pesebres en miniatura elaborados con corteza de coco, un material desechado por la empresa de su esposo. Estos productos se combinaban con la venta de productos por catálogo de Avon.

Con el tiempo, a medida que sus hijas se graduaron y comenzaron a trabajar, le plantearon la idea de establecer una empresa. Decidieron participar en un concurso de emprendedores con la alcaldía de Itagüí, compitiendo con otros 350 emprendedores. Han estado operando como empresa durante un año, enfrentando altibajos, pero manteniéndose firmes.

Participar en ferias, como las del Politécnico, les ha permitido fortalecer su conocimiento en el ámbito empresarial. Actualmente, su debilidad radica en cuestiones legales, como el registro en la cámara de comercio y el registro de la marca.

María Eucaris nos deja algunas recomendaciones: "No tengan miedo. Todo lo que uno se proponga es alcanzable. El éxito depende de la pasión y el esfuerzo que uno le dedique a las cosas. ¡Todo es posible!"