En nuestro programa "A Emprender Pues", tenemos el honor de recibir a Roque Estrada Jaramillo, un emprendedor, profesor de nuestra institución y orgulloso graduado del programa de Licenciatura en Educación Física de nuestra Facultad de Deportes. Roque está al frente de un emprendimiento familiar centrado en el cacao, con un enfoque particular en la producción y elaboración de chocolate y sus diversas variedades.

Según Roque, "Hace aproximadamente una década, comenzamos este emprendimiento de manera manual y artesanal, siguiendo las tradiciones de mi madre. Todo comenzó en un terreno que nuestra familia adquirió, donde antes se cultivaba café. En ese lugar, realizamos todo el proceso, desde la producción hasta la distribución, hasta llegar a lo que somos hoy".

También expresó su gratitud hacia el Politécnico por brindarles oportunidades en diversas ferias, lo que les permitió darse a conocer y establecerse como un producto artesanal de alta calidad y, sobre todo, saludable. Su proyecto se centra en la transformación del cacao en chocolate, una tarea desafiante, especialmente en el aspecto tecnológico, con la adquisición de maquinaria, ya que al principio trabajaban con equipos artesanales.

Bajo su propia marca, ROCACAO, ofrecen una amplia gama de productos, incluyendo chocolate con leche, que se distingue de la cobertura de chocolate por su calidad y contenido de cacao (por ejemplo, al 40% o al 60%). Además, tienen chocolate macizo en forma de tabletas rellenas de frutas deshidratadas, como mango, fresa y uchuva, así como licor de cacao con un toque de licor.

Roque mencionó que aunque aún no cuentan con registros ante la Cámara de Comercio y el Invima, están conscientes de que este es un proceso necesario, aunque largo y costoso que por el momento no pueden afrontar. Sin embargo, aprovechan al máximo todos los recursos, incluso la cáscara de la fruta, que utilizan para crear artesanías, como aretes, llaveros, azucareros y materas.

Los sueños de Roque y su equipo son enormes: desean convertir su emprendimiento en una empresa productiva legal que ofrezca oportunidades de trabajo a un gran número de personas, trascendiendo así el ámbito familiar. Sueñan con establecer una sede permanente y expandir su presencia en el mercado.

Como mensaje final, Roque nos insta a no desfallecer y perseverar, recordándonos que los sueños se hacen realidad con el tiempo y la dedicación. Destaca la importancia de la actitud y la pasión en todo lo que hacemos.

Dirigiéndose a los estudiantes, Roque comparte un consejo valioso: "El espíritu emprendedor comienza desde uno mismo. Mi primer emprendimiento fue a los 7 años cuidando caballos. Me llena de alegría ver a jóvenes vendiendo dulces, empanadas y otros productos, porque demuestran un deseo de progresar y no conformarse con lo mismo. Deben intentarlo y seguir adelante".